Los socialistas reprochan al alcalde su desconocimiento sobre cómo funciona el ayuntamiento al darles esperanzas a los policías de que todavía era posible el cobro y a los atletas sobre la realización del evento.

Para el grupo socialista la actitud del alcalde no es generadora de confianza y daña la reputación del ayuntamiento.

La edición XVII del Triatlón Ciudad de Badajoz no se va a celebrar hoy. No hay agentes de Policía Local para garantizar la seguridad de los participantes y del público. La esperanza que abrió el alcalde el jueves sobre el cobro y negociación con los agentes o la propia celebración del evento deportivo se difuminaron según pasaron las horas.

Es trilerismo político de corto recorrido que el alcalde diga que va a esforzarse en pagar a los policías locales asegurando que todavía era posible y que incluso se habían precipitado los del Triatlón al suspenderlo, y hacer lo contrario, desentendiéndose después. Debiera saber que, cuando no se cumple, con más razón, hay que saber dar la cara. Un alcalde serio no puede decir un jueves que todavía se puede hacer la competición el domingo o pagar a los agentes. Estas aseveraciones demuestran por parte de Gragera un gran desconocimiento sobre el funcionamiento del ayuntamiento del que está al frente. Es un atrevimiento dar esperanzas de un abono en 36 horas cuando se ha ignorado durante siete meses estos pagos reconocidos.

Es evidente que el alcalde habló de más y fue bravucón en la mañana del jueves, sin informarse y sin una coordinación previa y, al constatar la imposibilidad del propio ayuntamiento para el pago, ni se molestó en llamar ya a los representantes de los agentes de Policía Local. Los socialistas municipales van más allá y le piden que se asegure que no le hacen la cama en el otro bando (y el otro bando no es el PSOE) que “más vale que le pongan una vez colorao que ciento amarillo”.

Este equipo de gobierno solo se acuerda de los policías cuando alzan la voz porque algo falla. La falta de actualización en los pagos por trabajos extraordinarios no ha sido una excepción como dice el alcalde, en un nuevo desconocimiento, más bien al contrario, ha sido la norma durante años y él no ha tenido reflejos ni conocimientos para evitarlo.

La actitud del alcalde no es generadora de confianza y daña la propia reputación del ayuntamiento, manifiestan desde el PSOE. Ha quedado demostrado que Gragera ha preferido la huida hacia adelante con argumentos peregrinos, que la empatía y la carga emocional a unos servidores públicos que anteponen siempre su profesionalidad y que solo piden cobrar por lo trabajado para no causar quebrantos a sus familias porque cada uno sabe las necesidades de su casa.

Foto: Badajoz hoy (Bh).