La foto muestra el reparto desde una furgoneta de bolsas de comida, para apoderados e interventores del PP realizada por el propio partido el 23J, junto a contenedores de basura pequeños y sin estrenar del Ayuntamiento de Badajoz en el mismo vehículo

El domingo 23 de julio, antes de la hora de comer, un equipo del PP hacía llegar en una bolsa de papel la comida y bebida a sus interventores y apoderados en los distintos colegios electorales. Y, en la furgoneta que trasladaba la comida y bebida, unos contenedores de basura del ayuntamiento, imaginamos que sin estrenar pues tienen apariencia de nuevos.

Y el PSOE pregunta qué une a los bocatas del PP destinados a los paladares de sus militantes más entregados, con unos bienes municipales (que deben servir a todos sin excepción) que no están al alcance de cualquiera y que nadie debiera utilizar para fines propios. Los socialistas quieren pensar que se trata de un error, pero no logran entender cómo se ha podido producir semejante identificación entre las cosas del comer del PP y dos cubos de basura municipales.

Y como no logran descifrar el jeroglífico, le preguntan al alcalde y, si ya está en su retiro vacacional, a su sustituto, pues seguro que ellos encuentran una explicación convincente a esta calamidad.

En el grupo socialista esperan que el “error” no se haya producido por la peligrosa identificación que pudiera darse, después de 28 años al frente del consistorio, de un PP que podría haber realizado una malversación de uso de bienes públicos, ajenos a la función pública, utilizándolos en beneficio propio y destinándolos al uso (temporal) y disfrute de sus afines. Para no elucubrar más, mejor esperar un argumento de respuesta satisfactorio.