Badajoz, 22.01.2019  

  • El portavoz socialista culpabiliza directamente al alcalde de lo que está ocurriendo en Ricardo Carapeto pues desde que era concejal de Aguas, en 2011, se comprometió a buscar financiaciación para la renovación de las tuberías.
  • Cabezas dice al alcalde que la financiación está en las cuentas bancarias del ayuntamiento, que de nada sirve ahorrar y ahorrar si tiene a la ciudad desatendida.

Con cada reventón de agua solo gana Aqualia. Y los reventones que se están produciendo en la avenida Ricardo Carapeto de la barriada de San Roque se repiten en los mismos lugares que hace unos años. Para Cabezas es indignante lo que está ocurriendo y pasa de castaño a oscuro pues los grandes perjudicados son los vecinos y comercios de la avenida Ricardo Carapeto y calles adyacentes (como calle Alazán y calle Manzano y entre calle Bilbao y Romeral) que llevan casi una semana de incidencias graves.

LAS ROTURAS EN RICARDO CARAPETO SE REPITEN DESDE ENERO DE 2011.  Desde principios de ese año las averías son contínuas en la principal arteria de la barriada de San Roque y lo sabe bien el alcalde pues aquel año, tras meses de reventones, dijo el 16 de julio de 2011 que “buscará financiación para la rotura de tuberías en Ricardo Carapeto”. Hace ocho años el hoy alcalde era concejal de Aguas y sigue buscando esa misma financiación sin éxito. Ricardo Cabezas sentencia que “culpabilizo al alcalde de los reventones en Ricardo Carapeto y lo culpabilizo por incompetente pues en 2011 cuando era concejal de Aguas dijo que buscaría financiación para arreglar la red de abastecimiento de Ricardo Carapeto. Lleva ocho años engañando a vecinos y comerciantes de la avenida. Lleva ocho años sin dar una solución y la tiene en su mano, en las cuentas bancarias del ayuntamiento, no tiene que buscar más, que se deje de tanto ahorrar y que invierta más, pues no actuar integralmente en la avenida está significando que estamos despilfarrando dinero. No es cuestión de ahorrar, la austeridad consiste en invertir bien”.

Hoy martes, en Ricardo Carapeto y calles paralelas a la misma había más de quince zanjas abiertas y, por supuesto, vecinos sin agua.