Ha sido una reparación por mala ejecución de la empresa urbanizadora que por ley le correspondería correr con los gastos del arreglo, pero que pagará la ciudad con 180.000 euros.

UNA OBRA QUE NO DEBIERAN PAGAR LOS VECINOS. El concejal Pedro Miranda ha atribuido a Fragoso el querer “camuflar” como una simple operación de parcheo o asfaltado, cuando se trata de una obra de reparación de desperfectos de la empresa urbanizadora y que por ley le correspondería a esta su reposición. El presupuesto de esta obra ha sido de 178.750,49 euros y por mala fe o negligencia del alcalde sería un buen dinero a emplear en otras cosas y no para pagar una obra que le correspondería asumir a la empresa constructora.

PETICIÓN DE DIMISIÓN DEL ALCALDE Y ENDOSAR LA FACTURA A LA CIUDAD. Pedro Miranda ha recordado que mediante una “pirula” que hizo en su momento el regidor con la liquidación final de la obra de su calle, permitió que los 466.460 euros que tenía que pagar él y sus vecinos los pagara todo Badajoz. Y que ahora lo ha vuelto a hacer otra vez con la reparación de su calle. Una reparación que tiene que hacer una empresa constructora a la que el alcalde perdona este pago de 178.750 euros y prefiere que de nuevo sea abonada por la ciudad. En total la calle del alcalde ha salido por 645.460 euros a las arcas municipales.

Pedro Miranda ha pedido al alcalde que dimita y que mientras lo hace dé conferencias en la barriada de Tulio y en los NUS para explicarles cómo pueden urbanizar pagando la mitad.

LA CALLE DEL ALCALDE ES UN POZO SIN FONDO. Pedro Miranda ha recordado que hace 9 ó 10 años el actual alcalde era el concejal de Vías y Obras y el responsable de adjudicar la obra de urbanización de su calle (y de Monago), por un importe de 864.379 euros. Esta obra se pasó de presupuesto y con “cierta trampa administrativa” autorizó una liquidación final de las obras por

466.460 euros. El concejal socialista señala que esta liquidación se autorizó al margen de cualquier legalidad administrativa, algo que evidenciaron la interventora municipal y los técnicos de Urbanismo y Vías y Obras.

BORDEAR LA LEGALIDAD SALE A CUENTA. Miranda Romero reconoce que Fragoso es un “artista” en esto de convertir el “agua en vino”, es decir, “en hacer legal lo que a todas luces es manifiestamente ilegal. Y, por arte de magia, el coste de la mitad de una urbanización que debían pagar los beneficiarios de la misma, tuvimos que pagarla a escote los ciudadanos de Badajoz”. Asegura que el alcalde zanjó aquel escándalo de manera “chulesca” diciendo que guardaría su parte en un banco y que cuando se resolviera el asunto y todos los propietarios pagaran su cuota, él pondría su parte a disposición del Ayuntamiento. Lo cierto es que ni los beneficiarios de la urbanización pagaron la liquidación final que les correspondía, ni el alcalde la suya.

LA CALLE DEL ALCALDE NECESITABA MÁS QUE UN PARCHEO. Añade que hace un mes el Ayuntamiento de Badajoz comenzó una campaña de asfaltado y que esta operación incluye la del alcalde. Que se diferencia del resto en que es una obra de reparación de calado y no de un simple parcheo. El alcalde parece que quiere volver a engañar haciendo pasar una operación de asfaltado normal en la calle Pantano de Puerto Peña por una obra de reparación de desperfectos cuyo coste debería correr a cargo de la adjudicataria de la urbanización. Estos desperfectos, por la responsabilidad decenal, correspondería repararlos a la constructora, pero el alcalde los endosa a la ciudad.

La obra no ha sido un simple asfaltado, sino que ha supuesto la reposición de hundimiento del centro de la calzada, provocando una defectuosa compactación en la ejecución de la red de saneamiento. Con desperfectos que aparecieron a los pocos meses y que ha conllevado el levantado de asfaltado, excavación de 30 ó 40 centímetros de tierra, relleno de capa extraída con zahorra natural, la reposición de base y subbase del firme o un asfaltado general de la calle con una capa de rodadura asfáltica de unos cuatro centímetros.