Badajoz, a 23 de noviembre de 2019 |
El Grupo Socialista lamenta que el tripartito no llame la atención a la concesionaria del agua, que debiera hacer ya en el verano un plan de choque para limpiar más sumideros de la ciudad.
El equipo de gobierno debe reconocer que las tareas de limpieza y mantenimiento preventivo de todas las rejillas de imbornales es insuficiente y que así no se puede seguir.
Donde en otras ocasiones hubo balsas de agua, se repitieron. Y donde no, pues también. El humor pacense nos recordaba que con tanta agua retenida en las calles pareciera que ya se había terminado la nueva piscina de la margen derecha o que aquí no hay balsas de agua, sino pantanos, que aquí todo lo hacemos a los grande. El caso es que la mañana de ayer supuso un caos de tráfico y un peligro para conductores y peatones por las grandes balsas de agua que originó la lluvia.
La limpieza debiera comenzar no tras el verano, sino en la segunda semana de agosto y durar todo septiembre, octubre y hasta mediados de noviembre, además de un mantenimiento continuo durante todo el año. Si el plan de choque hubiera sido eficaz, la balsas de ayer hubieran sido muchas menos. Es evidente que hay que aumentar la limpieza en aquellas zonas más críticas, que exigen una mayor intervención y vigilancia. El equipo de gobierno debiera reconocer que las tareas de limpieza y mantenimiento preventivo de todas las rejillas de imbonarles es insuficiente y, cuando llueve un poco más de lo normal, la ciudad se colapsa a nivel circulatorio.
Y afectó a toda la ciudad. A los barrios arriba de las vías del tren, ronda Norte, San Roque, Cerro de Reyes, Valdepasillas, San Fernando. No hay barriada que no acumulara balsas de grandes dimensiones como bien ha recogido los vecinos en las redes sociales. A la limpieza de imbornales los socialistas añaden la limpieza de colectores, que resulta vital en muchos casos. Según fuentes consultadas por los socialistas lo ideal es que en un plan de choque de tres meses se llegue a limpiar no menos del 33% de los imbornales existentes en la ciudad. Todo lo que no sea eso, será repetir errores, que tienen un perjudicado claro: la ciudadanía de Badajoz.