No es la opción que quisieran los socialistas, pero tras invertir varias veces, la falta de cuidado en el ajardinamiento resulta evidente y la imagen que traslada la ciudad resulta bochornosa.

Esta situación, arrastrada desde hace años demuestra que la falta de mantenimiento desluce las inversiones en patrimonio.

OBJETIVO: NO TIRAR EL DINERO. El Grupo Socialista da por imposible al equipo de gobierno a la hora de mantener zonas recuperadas del patrimonio municipal. En el aparcamiento del Baluarte de San Pedro ya se ha intervenido en al menos tres ocasiones (la primera en 2013 y la última en 2018), gastando mucho dinero, con un resultado fatídico: obra degradada, terreno desgarrado y erosionado y zona ajardinada seca. Los setos de ciprés a ras de suelo, que sirven como separadores de vehículos están secos y terminarán desapareciendo quedando paradójicamente el esqueleto de la conducción del agua por goteo. No puede ser que las tareas de mantenimiento no existan y cuando se actúa es para un adecentamiento completo a un alto coste, como ocurrió en enero de 2018 después de un deterioro que daba vergüenza ajena.

Hasta dónde llegará la situación que no solo el PSOE da por imposible al equipo de gobierno en tareas de mantenimiento, sino que todas las asociaciones de la ciudad ya no reclaman nada para esta zona, hartas de hacerlo. Por eso en el PSOE no quieren más gastos, salvo para eliminar lo que está peor y sustituirlo por separaciones en el área del parking que no necesiten atención, además de incluir algunos bancos de forja.

HAN CONSEGUIDO LO QUE PARECÍA IMPOSIBLE… No solo el parking presenta un mal estado, los taludes del Baluarte de San Pedro aparecen con tierra desnuda, sin apenas vegetación, con cuerdas hechas jirones. Se podía haber realizado un esfuerzo para evitar que las rampas se convirtieran en terraplenes sin capas drenantes. Realmente tiene “mucho mérito” que hayan sido capaces de dejar que se seque el romero rastrero de los taludes, que le ponen goteo y se lo dejan secar y eso que es capaz de sobrevivir en el desierto de Atacama. Y se ha secado porque no lo han regado nunca y porque la planta crece en tierra y no sobre la zahorra, cascotes y restos de excavación que aprovecharon de la obra.

El Grupo Socialista señala que los 7.300 metros cuadrados de esta área llena de historia merecen otro trato y atención y que la falta de mantenimiento empaña las inversiones en patrimonio.