Al Grupo Socialista le resulta incomprensible que las demandas de este cuerpo se eternicen y entienden que es más cuestión de voluntad, organización y capacidad de respuesta, que de presupuesto.
El PSOE le pide a Carlos Urueña, concejal del Servicio de Bomberos, una mayor dedicación a este cuerpo en su servicio a la ciudad con el fin de que los problemas no atasquen ni ralenticen la capacidad de respuesta ante las necesidades de la ciudad. Resulta evidente que los bomberos tienen razón al reclamar que su flota de vehículos esté en buen estado, disponible en su totalidad y que, de una vez por todas, el servicio esté a la altura de la ciudad y cuente con los medios necesarios.
Es incuestionable que los problemas son prácticamente los mismos que en la pasada legislatura, de ahí lo grave. Es una involución e irresponsabilidad no resolver las dificultades y dejar pasar el tiempo. Pero ahora mismo es peor que en años anteriores, que por entonces ya era tarde, pues se puede echar mano del remanente y los presupuestos debieran haber consignado ya partidas específicas para que el Servicio de Bomberos solucione el déficit de inversión municipal en este Área, pero para eso hay que ser rápidos y debiera haberse aprobado el presupuesto del año en curso hace ya medio año.
Para los socialistas no puede prorrogarse más esta situación de permanente provisionalidad. Debe acabar el saltarse el mínimo de efectivos disponibles. Si, como dice la plantilla, se ha cumplido en lo que va de año en contadas ocasiones el número de bomberos que exige el reglamento, hay que tomar medidas por el bien de los propios efectivos y de la ciudad.
Los concejales del PSOE no quieren echar leña al fuego pues saben que esto no se hace de hoy para mañana. Tienen presente la responsabilidad de un nuevo alcalde y de un concejal que ha tenido una exigencia alta en los últimos meses en otros encargos de gestión, por eso dan un tiempo para mejorar la situación, pero deben demostrar que van a romper con la inercia de dejadez que ha venido imperando en los Bomberos de Badajoz con un alcalde del PP y una incompetencia contrastada para con este servicio y sus funcionarios, hasta el punto de que los problemas y deficiencias parecían irresolubles.