Por otra parte, hasta ayer, siete días después de anunciarlo, el grupo municipal de Vox no causó baja en el Ayuntamiento de Badajoz.

¿ESTO TAMBIÉN VA INCLUIDO EN EL PRECIO DE LA INESTABILIDAD? Si a Fragoso no le importó que durante 20 meses la ciudadanía identificara a Vox con el despacho oficial de la Concejalía de Limpieza, tampoco le va a importar ahora que se repartan folletos de esta Delegación conjuntamente con el panfleto de los díscolos de Vox. En este sentido el PSOE ha constatado que más de doscientas cuarenta familias (lo que ha llegado a comprobar, aunque serán cientos más) recibieron el pasado martes de manera conjunta ambos folletos: el de la Concejalía de Limpieza y el de los ex de Vox, donde se incluye el concejal con esa Delegación. Folletos recibidos en los buzones de las familias y ambos plegados uno sobre otro, por lo que fueron repartidos conjuntamente, algo que es innegable, al igual que impresos. Fueron depositados en buzones de Antonio Domínguez, Ciudad Jardín, Valdepasillas, Mª Auxiliadora o Pardaleras. Es evidente que el edil ultra mintió y que utilizó en parte el paraguas del dinero de FCC para sus fines particulares. Algo que Fragoso y Gragera prefieren no tener presente pues debe ser uno de los precios a pagar por la “inestabilidad municipal”, que ellos mismos eligieron y que tan cara está costando a los pacenses. El Grupo Socialista pidió la semana al alcalde que investigara lo ocurrido, pero parece ser que no está por la labor de contravenir a su protegido y mantenedor.

LO PRIMERO ATACAR A VOX, LO ÚLTIMO IRSE DE VOX. Vox es -según Alejandro Vélez- un partido antidemocrático, anticonstitucional, que no se somete al Estado de Derecho…, pero le ha costado abandonarlo. Según ha podido conocer el PSOE, hasta ayer el concejal neofascista no presentó ante el Registro Municipal la disolución del grupo Vox, pasando siete días desde que diera a conocer la decisión en una especie de hagiografía, donde él era el “santo” y los que se quedaban en Vox, “los demonios”. No solo le ha costado salir, sino que hizo lo posible por quedarse denunciando en los juzgados su expulsión de una formación que lo aborreció y renegó de él desde el primer día.

TODO EL DINERO “LIMPIO” DEL GRUPO VOX PARA VÉLEZ. En esta coyuntura de desafección política el alcalde pasó por alto que Vox no tuviera grupo político verdadero de manera física y que cuando los vecinos buscaban al integrante de Vox para reclamarle su atención, estos tuvieran que ser atendidos en la Concejalía de Limpieza. No tuvo grupo pero Vélez “y sus chicos” cobraban como si lo tuvieran, eso sí, sin gastos pues eran asumidos por la Concejalía de Limpieza, Parque Móvil y Poblados donde tenían montado su “campamento”. Todo el dinero era limpio para ellos. De ahí ha salido en buena medida parte del dinero para el folleto de la semana pasada, para un boletín municipal de Vox (sin atisbo de enfado con el partido) donde en varias ocasiones hicieron propaganda de su acción frentista en el Ayuntamiento o una hoja donde arremetían sin rigor alguno contra el PSOE hablando de cobros (y, sin escrúpulos, no les importó impunemente falsear los datos).