Badajoz, 11.02.2017. La posibilidad de pernoctar, ducharse y asearse es el primer paso para la inserción social de estas personas. El PSOE planteará la creación de un Centro de Mínima Exigencia para los “sin techo” de la ciudad.

EL FRÍO CONTINÚA PRESENTE DURANTE ESTE INVIERNO. En Badajoz acostumbra a hacer frío en invierno y aunque no tan intenso como en otros lugares, sí lo bastante importante como para no aconsejar vivir y dormir a la intemperie. Este es el mensaje que lanza el Grupo Socialista para que el equipo de gobierno reconsidere y vuelva a retomar la apertura del albergue provisional para personas sin techo que estuvo abierto en la tercera semana de enero y que cerró el día 23, tras seis días en uso.

“Aunque el termómetro supere los cero grados siguen el frío, la humedad y la lluvia”, lamenta la concejala Socialista Montserrat Rincón Asensio, advirtiendo de “la escasez de recursos existentes en la ciudad para acoger a estas personas sin hogar durante todo el invierno, personas que arriesgan cada noche su salud y hasta su vida, durmiendo bajo cartones en la calle, en cajeros automáticos o en soportales”.

CREAR UN CENTRO DE MÍNIMA EXIGENCIA. El Grupo Socialista insta al gobierno local a que habilite de nuevo este espacio mientras se decide un lugar definitivo. Desde el PSOE señalan que van a proponer la creación de un Centro de Mínima Exigencia (también denominados como centros de noche de baja exigencia, es decir, de gestión menos estricta o más flexible) como los que existen en otras ciudades y que permita, durante al menos todos los días del invierno, poder atender las necesidades de estas personas que precisan de un lugar para dormir dignamente y un cuarto de baño para asearse. Consideran los socialistas que este es el primer paso para la reinserción social de las personas que no tienen hogar.

FUE UNA IDEA ACERTADA. Este año, ante la alerta de ola de frío el Ayuntamiento de Badajoz decidió acertadamente habilitar un dispositivo para acoger a las personas sin techo en la calle Bravo Murillo, en las antiguas dependencias del Proyecto Vida de la ciudad, y que contaba con la colaboración encomiable de Cruz Roja Española y Cáritas. Hubo hasta un total de 15 usuarios utilizando esta opción en los seis días, pero que lamentablemente tuvieron que volver a la calle porque el IMSS consideró que este recurso ya no era necesario.