Desde el grupo socialista no se explican por qué tantos errores.
Le piden al alcalde que “monitorice” la concejalía, que no la deje sola, que la salve del desastre y que analice cuál es el problema de fondo ante una gestión que va de mal en peor.
La edil socialista, Silvia González, había pensado ya que con el desbarajuste de las Escuelas Municipales de Música se había tocado techo en la Concejalía de Cultura. Pero no. Ahora hay que sumar el cierre de las bibliotecas, tanto en los barrios como en las agencias de lectura de poblados. Hasta el bibliobús está en dique seco.
Por todo ello, al PSOE le preocupa la “salud” de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento. Y cuando hablan de “salud” quieren decir el mal momento por el que pasa el día a día de la concejalía. Parece ser que todo es un problemón, todo necesita una resolución de otra área municipal, todo se convierte en un lastre y en un mal servicio a la ciudadanía. “No entendemos cómo todo cuesta tanto, cómo todo se pone cuesta arriba. Cómo no hay una respuesta antes de los fiascos, no hay anticipación a previsibles problemas. Ni la concejala, ni desde la concejalía, ni el alcalde… nadie”, advierte Silvia González.
Para el PSOE ya no es cuestión de dimisiones, que ya no se puede permitir el equipo de gobierno, pero hay que salvar a la concejalía de sí misma ante constantes errores.
Silvia González ha relatado algunos de los desatinos de esta legislatura, como aquella comisión que se pidió para conocer datos de un plan para rescatar estatuas dañadas y que sigue pendiente dos años después. O cinco meses para que se pusieran en marcha las Escuelas de Música por no hacer lo que advirtió el PSOE ocho meses atrás. O que, hoy por hoy, no hay en ellas docente de Flauta o de Música y Movimiento. “Por favor, esta concejalía necesita ir al centro de salud de las concejalías, pues puede que le falte sangre”, ironiza González Chaves. Por no hablar de la Banda Municipal de Música de Badajoz, con suspensión de conciertos, o sin cubrir puestos de atrileros-archiveros desde el pasado julio y que han vuelto a denunciar al Consistorio. O que la pasada semana anunciaron el concurso de poesía y narración que tuvo tenía que haber estado listo dos meses antes.
El colmo es que se hayan cerrado doce bibliotecas, seis bibliotecas de barrio (Llera, San Fernando, San Roque, Cerro de Reyes, Antonio Domínguez y Pardaleras), así como cinco agencias de lectura en poblados (Alvarado, Balboa, Sagrajas, Novelda y Valdebótoa). Y le sumamos el bibliobús. Toda esta realidad echa por tierra lo prometido en el programa electoral que presentó el PP en 2019, pues han hecho justo lo contrario.
Silvia González reconoce que “estamos preocupados por la mala salud de la Concejalía de Cultura. Es imposible que los síntomas sean los que nos trasladan a toro pasado y aquí estamos todos para ayudar. Le pido al alcalde que monitorice la concejalía, que no la deje sola, que no podemos tener más sobresaltos”. La edil socialista considera que “no se puede culpar a la ley de contratación pues estaría absolutamente todo parado, cosa que no sucede, es verdad que han dicho que están muy bien haciendo contratos temporales a los trabajadores, tal vez es que les viene mal que se hayan mejorado sus condiciones, siento que les venga mal y tengan que atenerse a esa nueva norma, uno no puede culpar nunca a la norma”.