Los socialistas denuncian la falta de mantenimiento de las zonas verdes en Badajoz y alertan de que el Ayuntamiento prefiere gastar dos veces antes que cuidar una sola
En la avenida de Manuel Saavedra Martínez, los accesos al campo de fútbol “Paco Pulido” han vuelto a dejar crecer la hierba. Lo que hace unos meses fue un jardín digno y cuidado se ha convertido ahora en un terreno descuidado, con metros de hierba alta que afean la entrada a unas instalaciones deportivas recién estrenadas. Resulta lamentable que no hayan sido capaces de mantener en condiciones óptimas un pequeño espacio verde que apenas requería esfuerzo para lucir bien. Habrá que gastar dos veces para recuperarlo, aunque en el PSOE no dudan de que, si todo sigue igual, volverá a malograrse.
![]()
Ni privatizando las zonas verdes de la margen derecha ni con medios propios se logra mimar como merece cada rincón de la ciudad, muchos de ellos con verdadero encanto. Y no cuidar los espacios del casco urbano marca una diferencia que se nota. No importa la foto que suba el concejal de turno del equipo del PP —o el propio Ayuntamiento— el día determinado; lo importante es volver a esa foto unos meses después y comprobar si todo sigue igual. La experiencia contrastada, por desgracia, dice que no.
“El problema no es la falta de dinero, sino de atención y de cariño hacia lo que es de todos”, ha señalado la portavoz del PSOE, Silvia González, quien recuerda que el Ayuntamiento “lleva años confundiendo gestión con propaganda y arreglando lo mismo una y otra vez porque no sabe mantenerlo en el tiempo”.
El equipo del PP prefiere rehabilitar por completo una zona ajardinada, un parque infantil, una calle, aceras, señalética, patrimonio, mobiliario urbano o imbornales antes que realizar un mantenimiento digno y prolongado en el tiempo. Es una forma de gobernar que se repite desde que el PP dirige el Ayuntamiento y que ha afectado a todos sus alcaldes. Ni siquiera el centro de la ciudad se libra de esa dejadez, mientras otras capitales, incluso pueblos, logran entornos más limpios, modernos, monumentales y con mejor iluminación y mobiliario urbano por cuidar la ciudad con esmero y buen gusto. Aquí, en cambio, los espacios públicos envejecen demasiado deprisa, como si la desatención prolongada se hubiera convertido en una seña de identidad. Es lo ocurrido en el jardín junto al Municipal Paco Pulido.
Porque cuidar una ciudad es acompañarla día a día. Mantener limpio un parterre, reparar un banco o sustituir una farola no dan titulares —bueno, aquí, en más de una ocasión, sí—, pero son los gestos que construyen ciudadanía. El deterioro empieza cuando se confunde la gestión con la foto y se olvida la rutina del cuidado. Y ahí es donde Badajoz pierde su pulso, no por falta de recursos, sino por falta de constancia.
![]()
Fotos: PSOE Badajoz, realizadas recientemente.