Sin aprobar el presupuesto ni el anexo de inversiones, ni el plan de impulso, ni las ayudas al comercio y hostelería.
Ricardo Cabezas afirma que Fragoso y Gragera son rehenes del exconcejal de Vox y que este está en manos de sus asesores franquistas que impiden sacar adelante las cuentas.
DE VACACIONES Y EL AYUNTAMIENTO MANGA POR HOMBRO. Estamos en agosto y el presupuesto de 2020 está sin a aprobar y todo hace pensar que no se aprobará hasta septiembre. Y sin él no se conocerá el anexo de inversiones, ni el plan de impulso (que acortará su tiempo antes de fin de año), ni se comenzará a concecer las ayudas a pymes, autónomos, hostelería y comercio.
“Es imposible de creer que no tengamos presupuesto queriéndolo tener. Es imposible de creer que quieran invertir y no tengamos anexo de inversiones. Es imposible de creer que no tengamos previsión de Plan de Impulso cuando ya tenía que estar aprobado. Pues muy bien, toda la ciudad esperando a que los 14 concejales liberados vengan de vacaciones”, se queja Cabezas.
CANALLADA A LA CIUDAD POR INMADUREZ POLÍTICA Y DE GESTIÓN. Para el portavoz socialista hay gato encerrado, no se cree que el presupuesto municipal sea la lectura veraniega de los concejales del tripartito.
“Si lo tienen, que lo aprueben. ¿O estamos tontos? ¿O qué se creen que la oposición nos estamos chupando el dedo? ¿O piensan que los pacenses son gilipollas y no detectan que hay algo que no funciona?”, se pregunta. Recuerda que ya el viernes el PSOE explicó que Fragoso y Gragera son rehenes del exconcejal de Vox que quiere marcar su territorio no dando el visto bueno al presupuesto, por eso no se lleva a pleno. Y si los dos medio alcaldes son rehenes del edil ultra, este lo es de sus dos asesores franquistas que rechazan el presupuesto. Esto es lo que está pasando, además de una gestión presupuestaria muy deficiente. En esta lucha la única que pierde es Badajoz. Una vergüenza por mucho que lo quieran tapar. Badajoz no se merece esta inmadurez política y de gestión”, sentencia Cabezas. Considera que este no puede ser el cambio tranquilo que querían algunos, por eso se sigue ofreciendo el PSOE para enderezar la situación y evitar la caída libre. Asegura que “si los socialistas no hubiéramos aprobado en julio los presupuestos y hubiéramos cogido carretera y manta marchándonos de vacaciones, nos hubieran mandado a la Siberia rusa. Pero lo hace la derecha y felices vacaciones. Al menos que nos permitan la libertad de expresión de denunciar esta canallada a la ciudad”.
PLENOS EXTRAORDINARIOS: RESPONSABILIDAD E INTERÉS GENERAL. Sobre los dos plenos de mañana, el portavoz socialista recuerda que se solicitaron hace tiempo. El primero de ellos, en abril, por un Pacto de Ciudad, tiene como fin consensuar medidas para combatir el COVID-19 desde la unión de todos los grupos municipales. El otro pleno tiene que ver con la fiscalidad, con los tributos ya que, tras analizar las cuentas, se llega a la conclusión de una inversión baja con respecto a la recaudación y eso necesita un estudio y posible reversión. Cabezas sostiene que “el tripartito no ha querido consensuar nada a pesar de los ofrecimientos del PSOE. El PP, que nunca ha pactado nada con el PSOE en el Ayuntamiento de Badajoz, ha maliciado a Ciudadanos, que más que un acuerdo político lo suyo con Vox parece ya un pacto de sangre”.
CABEZAS PONE TAREAS AL TRIPARTITO. Y lo hace recordando proyectos pendientes como el kiosko del parque del río, que pide salga a licitación; que los huertos urbanos sean una realidad al igual que los aseos de las dos márgenes del río; sobre la tardanza del cambio en el kiosko de Santa Marta, de una dejadez intolerable; los pliegos para la zona de restauración del Fuerte de San Cristóbal; los pliegos de albergue juvenil y del COC; el llevar al BOP el Reglamento de Participación Ciudadana, procedimiento que parece no tener prisas; el polideportivo de gimnasia de Valdepasillas; la actuación en el entorno del palacio de Godoy; la remodelación de la antigua sede de servicios sociales en Arco Agüero; la recuperación anunciadísima de la calle Stadium; los cinco millones de euros pendientes y sin invertir del presupuesto plurianual de 2018. Por todo ello, Cabezas ha pedido rigor y ni una mentira más.