1. LOS ORÍGENES DEL SOCIALISMO ESPAÑOL

El movimiento socialista europeo nació como consecuencia de los efectos sociales, políticos y económicos que produjo la revolución industrial y, especialmente, como consecuencia del surgimiento de las clases trabajadoras.

El siglo XIX fue uno de los momentos de cambio más intensos en toda la historia de la humanidad. En España, la revolución industrial tardó en arrancar y se desarrolló con gran dificultad y lentitud, pues era un país demasiado rural, poco desarrollado científica y culturalmente y con unas clases dominantes poco abiertas a la innovación y al cambio. Por ello, hasta finales del siglo no empezaron a surgir los primeros núcleos significativos de industrialización en Cataluña, el País Vasco, Asturias y, más tarde, Madrid.

Sin embargo, en 1868 los hombres de la Asociación Internacional de los Trabajadores, la primera gran organización obrera internacional, se trasladaron a España con la finalidad de propagar sus ideas y fundar los primeros núcleos socialistas.

En 1872 se producen dos acontecimientos importantes en España: se declaró ilegal la Internacional y, por tanto, pasó a la clandestinidad, y se produjo una doble línea de desarrollo teórico y organizativo en el movimiento obrero: la anarquista, liderada a nivel internacional por Mijaíl Bakunin, y la socialista, por Carlos Marx.

Mientras los anarquistas se caracterizaban por una tendencia a organizarse de manera más asamblearia y abierta y por su orientación a lo que se llamaría “acción directa”, rechazando el Estado y la política entendidos en el sentido convencional, los socialistas desde el primer momento se esforzaron en dotarse de una organización formal y basaron su acción política y sindical en una estrategia apoyada en los desarrollos teóricos del pensamiento socialista, y sobre todo, por su disposición a participar en las instituciones democráticas del Estado. Así, los socialistas españoles presentaron candidaturas a los Ayuntamientos y al Parlamento de la Nación y, cuando lo exigieron las circunstancias, no rechazaron la colaboración con otras fuerzas políticas.

En 1873, Pablo Iglesias ingresó en la Asociación General del Arte de Imprimir,una asociación de oficio que perseguía la mejora de las condiciones laborales y sociales de los trabajadores de las imprentas, que pronto se convirtió en un importante núcleo de difusión de las ideas socialistas, lo que fue dando cuerpo a la idea de fundar un partido socialista en España de características similares a los que se estaban organizando en otros países europeos.

La presidencia de la Asociación General del Arte de Imprimir fue una auténtica escuela de liderazgo para Pablo Iglesias, y también fue la cantera de los primeros dirigentes del partido.

2. FUNDACIÓN DEL PSOE

El Partido Socialista se fundó clandestinamente el 2 de mayo de 1879, en una comida de fraternidad organizada en la fonda Casa Labra, en la calle Tetuán de Madrid, en torno a un núcleo de veinticinco intelectuales y obreros: dieciséis tipógrafos, encabezados por Pablo Iglesias, cuatro médicos, un doctor en ciencias, dos joyeros, un marmolista y un zapatero. El primer programa fue aprobado en una asamblea de 40 personas, el 20 de julio de ese mismo año.

El nuevo Partido Socialista tuvo un arranque inicial lento y trabajoso, debido a la carencia en el país de un régimen democrático estable, la orientación autoritaria e intolerante de las clases dominantes y el escaso desarrollo industrial, y al hecho de que la rama mayoritaria en el movimiento obrero español era de inspiración anarquista. El mismo Pablo Iglesias afirmó algunos años después que el Partido prácticamente no pudo ser “conocido ni dio verdaderas señales de vida hasta 1886”.

En ese año de 1886 apareció el primer número de El Socialista, portavoz oficial del PSOE, que se ha venido publicando casi ininterrumpidamente hasta la fecha. El Socialista era vendido y difundido por los propios afiliados, y pronto se convirtió en un importante elemento de propaganda y nexo de unión entre las 28 Agrupaciones socialistas que por entonces ya existían en otras tantas ciudades españolas. 

El PSOE contó desde el primer momento con un texto programático básico redactado por una comisión nombrada en la reunión fundacional del 2 de mayo de 1879. La versión definitiva sería aprobada en el primer Congreso del Partido celebrado en Barcelona en 1888. Se trata de un breve texto de 300 palabras en su primera versión, que parece que fue revisada por los mismos Marx y Engels, habiendo permanecido vigente hasta nuestros días con leves modificaciones.

Este Programa Máximo consta de una breve introducción analítica sobre la realidad de las clases sociales y su conflicto, y plantea básicamente tres aspiraciones políticas:

1º. La posesión del poder político por la clase trabajadora.
2º. La transformación de la propiedad individual o corporativa de los instrumentos de trabajo en propiedad común de la nación.
3º. La constitución de la sociedad sobre la base de la federación económica, de la organización científica del trabajo y de la enseñanza integral para todos los individuos de ambos sexos.

En suma: el ideal del Partido Socialista es la completa emancipación de la clase trabajadora. Es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes.  El PSOE fue así uno de los primeros partidos socialistas que se fundaron en Europa (de hecho, el segundo en constituirse formalmente tras el Partido Social Demócrata Alemán, que lo fue en 1869), como expresión de los afanes e intereses de las nuevas clases trabajadoras nacidas de la revolución industrial. Desde entonces, el Partido ha orientado su labor hacia el logro de los grandes ideales emancipatorios del socialismo, con los cambios lógicos de estrategia que los momentos históricos han impuesto en cada caso, y que libre y democráticamente han decidido el conjunto de los afiliados.

3. EL DESARROLLO DE LA ORGANIZACIÓN SOCIALISTA (1879-1921)

Desde su fundación en 1879, el Partido fue aumentando el número de sus militantes y asentando su base teórica. La necesidad de defender adecuadamente los derechos de los trabajadores impulsó la creación de una organización sindical socialista. Así nació la Unión General de Trabajadores (UGT), cuyo Congreso fundacional se celebró en Barcelona, en 1888. Unos días después, el 22 de agosto de 1888, nueve años después de su fundación, se celebra, también en Barcelona, el primer Congreso del Partido Socialista.

El 9 de mayo de 1891, Manuel Orte y Andrés es elegido concejal por Bilbao. Por primera vez, un socialista es elegido y toma posesión del cargo en una institución de nuestro país.
Los acontecimientos de 1898 produjeron una gran conmoción en los círculos políticos e intelectuales españoles. De ese contexto político y moral surgió una de las generaciones intelectuales más fructíferas de la historia de España. La generación del 98 planteó una reflexión sobre nuevos supuestos regeneracionistas para superar la sensación de decadencia que invadió el país por los desastres de Cuba y Filipinas, que acabaron con los restos del imperio colonial español.
El 27 de septiembre de 1903 se constituye la primera agrupación de Juventudes Socialistas, en Erandio, Bilbao, inspirada en las Jóvenes Guardias Socialistas de Bélgica, primera organización socialista juvenil. Tomás Meabe fue su fundador.

El 10 de septiembre de 1905,Pablo Iglesias, García Ormaechea y Francisco Largo Caballero son escogidos concejales por Madrid. El 28 de noviembre de 1908 se produce la inauguración de la Casa del Pueblo en Madrid.
El 8 de mayo de 1910, treinta años después de la fundación del Partido, Pablo Iglesias es elegido diputado, y el Partido Socialista Obrero Español está presente por primera vez en el Parlamento Español. El fundador del PSOE se convirtió, así, en la primera voz del movimiento obrero español que se pudo oír en ese Parlamento.
Esta progresiva implantación del socialismo español fue permitiendo plantear una importante crítica social y una creciente contestación popular a las limitaciones políticas de la Restauración, cuyo sistema permitía que los derechos civiles fueran burlados y que se produjese el reparto de poder entre los partidos liberal y conservador, y el turno en el desempeño de las tareas de Gobierno.

La condición no beligerante de España durante la I Guerra Mundial de 1914 hizo posible un cierto desarrollo económico, que permitió amasar fortunas a la burguesía, mientras que los trabajadores sufrían una tremenda subida de precios, que disminuía
por días la capacidad adquisitiva de sus salarios. El malestar ante esta situación, junto a la creciente demanda de libertades más efectivas, crearon un ambiente de movilización social a favor de un cambio político, a cuyo frente se pusieron el PSOE y la UGT, encabezando un movimiento huelguístico que conmocionó a la burguesía en agosto de 1917 y que fue duramente reprimido.El 24 de febrero de 1918, seis miembros del Partido Socialista Obrero Español son elegidos diputados. 

Los acontecimientos de la Revolución Rusa de octubre de 1917 y la fundación de la III Internacional por Lenin introdujeron elementos de división en el movimiento obrero internacional. En España, el intento de «dirigismo» de la Internacional Leninista suscitó un vivo debate en el PSOE, que dio lugar a que los partidarios de Lenin abandonaran el Partido Socialista para fundar el Partido Comunista de España (PCE). La comparación de las fuerzas del socialismo español con la de otros partidos socialistas europeos revelaba el grado de debilidad que aún caracterizaba la situación política del PSOE; las específicas circunstancias económicas, políticas e ideológicas que se daban en España, junto a la tendencia de “enclaustramiento”, explican este desfase en gran medida.

4. CRECIMIENTO Y PROTAGONISMO POLÍTICO (1921-1939)

A partir de 1921 se perfila un nuevo periodo en la historia del PSOE: la escisión comunista, la Dictadura de Primo de Rivera y la muerte de Pablo Iglesias marcaron hondamente el carácter de todo este periodo, que se prolonga hasta 1931.
En diciembre de 1925 Pablo Iglesias murió en Madrid a los 75 años de edad. Casi hasta el último momento continuó al frente del movimiento socialista español,aunque delegando la mayor parte de las responsabilidades en el vicepresidente del PSOE desde 1915, Julián Besteiro, que realizó sus estudios de bachillerato en la Institución Libre de Enseñanza. El entierro de Pablo Iglesias constituyó una de las manifestaciones más multitudinarias conocidas en la historia de España.
Tras siete años de dictadura militar del general Primo de Rivera, la alternativa republicana, apoyada por el PSOE, triunfa en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Se proclama la II República el día 14, en un clima de entusiasmo popular.
En las elecciones constituyentes del 28 de junio, los candidatos socialistas, en coalición con los republicanos, obtienen 115 escaños y emprenden una decidida política de reformas impulsada por un Gobierno en el que están presentes tres ministros socialistas: Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos y Francisco Largo Caballero.

 

Esas reformas, especialmente la Reforma Agraria y la Legislación Laboral, son contestadas con una dura oposición por las fuerzas políticas de derechas. La CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) obtendrá un importante apoyo en las elecciones de noviembre de 1933, dando lugar al desplazamiento de las fuerzas progresistas del poder.
Después del triunfo de las derechas, el debate en el PSOE se tradujo en dos corrientes: de un lado estaban los radicales, partidarios de la confrontación, a cuyo frente se puso Largo Caballero, y de otro lado estaban los diferentes sectores que querían rehuir dicha confrontación a toda costa, con dos posturas también diferenciadas: la de Prieto, reconstruyendo una alianza con los sectores republicanos progresistas, y la de Besteiro, mediante una confrontación política más moderada. El endurecimiento de las posiciones conservadoras y el fuerte impacto popular causado por la represión de la revolución de Asturias provocaron la unión de las fuerzas progresistas republicanas en un único bloque político: el Frente Popular, que ganó las elecciones de 1936 (el Partido Socialista Obrero Español obtiene 93 diputados), lo que permitió continuar la política de reformas iniciada en 1931.
Sin embargo, estas expectativas se vieron truncadas por el golpe de estado militar que, alentado por la derecha española, sumió al país en una cruenta guerra civil que se prolongó desde 1936 a 1939.
En estos años, los más difíciles sin duda de la historia de España, la presidencia del Gobierno de la República estuvo al cargo de dos socialistas: Francisco Largo Caballero y Juan Negrín López.
El apoyo del fascismo internacional a Franco, la inhibición de los países democráticos, la mayor disponibilidad de recursos económicos de los sublevados y otros factores, dieron lugar, tras largos y duros combates, a la derrota del Gobierno de la República.

5. EL PSOE EN LA CLANDESTINIDAD(1939-1977)

El desenlace de la guerra civil abrió un periodo histórico difícil para la sociedad española, en general, y para los socialistas, en particular. Tras perder la Guerra Civil, muchos socialistas son represaliados, encarcelados o asesinados, y otros se ven obligados a salir de España.
El PSOE había salido de la guerra no solamente derrotado, sino también dividido: en el último año del conflicto habían coexistido entre los socialistas dos núcleos de dirección.

A partir del 1 de abril de 1939, y gracias al compromiso de muchos militantes, la actividad del partido continúa en la clandestinidad y fuera de España, a pesar de que en el exilio se reprodujo también aquella división, de forma que mientras Indalecio Prieto fundó en México el Círculo Cultural Socialista Pablo Iglesias, los partidarios de Juan Negrín fundaron poco después el Centro Jaime Vera y empezaron a reeditar El Socialista.


En el interior, entre 1939 y 1953 se organizaron hasta siete Comisiones Ejecutivas del PSOE en la clandestinidad, que fueron sistemáticamente desarticuladas. Durante la detención de la séptima en 1953, su presidente, Tomás Centeno Sierra, falleció en los calabozos de la Dirección general de Seguridad. A mediados de los años cincuenta se encontraban recluidos en las prisiones franquistas más de 1.200 socialistas, llegando a coincidir en las cárceles un total de seis Comisiones Ejecutivas.
Durante estos años de represión, el PSOE desarrolló una significativa acción opositora, participando en cuantas protestas se desarrollaron desde las primeras huelgas, que tuvieron lugar en 1947, enfrentándose a la dictadura en condiciones muy duras y sometido a una constante persecución policial, llegándose a crear en 1963 una jurisdicción especial para la represión política, el tristemente famoso Tribunal de Orden Público.

El movimiento de protesta del 68 había dado nuevos impulsos a las fuerzas progresistas en casi todo el mundo, y su influencia también afectó al PSOE. Grupos de jóvenes empezaron a cobrar un mayor protagonismo en la estructura del partido, al tiempo que la organización clandestina en el interior fue adquiriendo mayor peso con una dinámica más abierta a compromisos y acciones conjuntas con las fuerzas políticas de la oposición.

Ya en los años 70, el PSOE se convierte en una seria amenaza para el declinante régimen franquista, por sus relaciones con las fuerzas democráticas europeas y su imagen de partido socialista democrático dentro de España.
El 11 de octubre de 1974 se celebra en Suresnes (Francia) el XXVI Congreso del Partido (el XIII en el exilio), que elige a Felipe González Secretario General. Se produce una escisión en el Partido, entre históricos y renovados.

6. CONSOLIDACIÓN Y RENOVACIÓN (1977-1982)

Tras la muerte del dictador en 1975, el nuevo presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, antiguo Gobernador Civil de Segovia y Ministro Nacional del Movimiento, decretó en agosto de 1976 una amnistía para presos políticos, y en octubre las Cortes franquistas aprobaron la Ley de Reforma Política, en un acto que luego fue calificado como el hara-kiri del viejo régimen. En diciembre, la Ley fue sometida a referéndum y aprobada por amplia mayoría.

La legalización del PSOE se produce en febrero de 1977. Antes de eso, cuando el 5 de diciembre de 1976, aún en la clandestinidad y anticipándose a esa legalización, decide celebrar en Madrid su XXVII Congreso, el Partido Socialista está jugando ya un papel fundamental en la vida política española.

El 15 de junio de 1977, en las primeras elecciones democráticas después de la dictadura franquista, triunfa la UCD de Adolfo Suárez, y el PSOE se confirma como el primer partido de la oposición con 118 diputados y 48 senadores.
Los principales partidos salidos de las elecciones llegaron a dos acuerdos fundamentales: los Pactos de la Moncloa, que recogían los puntos de acuerdo para afrontar la crisis económica y para garantizar un clima de estabilidad y
desarrollo pacífico de la democracia; y la elaboración de una nueva Constitución, que fue sometida a referéndum el 6 de diciembre de 1978 y aprobada por el 87’7 % de los votos. Antes, el 23 de mayo de 1978, se había producido la reunificación en el PSOE de los socialistas históricos y convergentes.


El 1 de marzo de 1979, la UCD volvió a ganar las elecciones generales, pero en esta ocasión por un estrecho margen. El PSOE quedó en segundo lugar con más de cinco millones de votos, 121 diputados y 79 senadores. El 3 de abril, en las primeras elecciones municipales de la democracia, el PSOE obtiene 12.200 concejales y la mayoría de las alcaldías en las ciudades y capitales de provincia. Ese mismo año, en mayo, tiene especial relevancia el XXVIII Congreso Federal del PSOE. En él se produce un tenso debate sobre la estrategia y la orientación ideológica marxista, que lleva a Felipe González a no presentar su candidatura como Secretario General. Una comisión gestora prepara un Congreso Extraordinario poco después, en el que el PSOE reafirma su carácter de partido democrático y federal, rechaza definirse como marxista y se manifiesta abierto a todas las aportaciones que han contribuido a configurar el socialismo. El Congreso elige una nueva Comisión Ejecutiva, encabezada por Felipe González.

La crisis progresiva de la UCD y el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 agudizan en la opinión pública la necesidad urgente de un cambio político. En las elecciones generales del 28 de octubre de 1982, el PSOE consigue más de diez millones de votos y la mayoría absoluta, tanto en el Congreso (202 diputados) como en el Senado (134 senadores, a los que más tarde se sumarían otros 23 designados por las Comunidades Autónomas). El 1 de diciembre de 1982, Felipe González es investido en las Cortes presidente del primer Gobierno socialista en la historia de España.

7. EL PRIMER GOBIERNO SOCIALISTA Y LA DÉCADA DEL CAMBIO (1982-1996)

El primer gobierno socialista, presidido por Felipe González y con Alfonso Guerra como vicepresidente, desarrolló una política orientada tanto a profundizar y asentar la democracia, como a impulsar importantes reformas, entre las que destacan la profesionalización de las Fuerzas Armadas, la plena funcionalidad del modelo de Estado de las Autonomías, la reforma educativa, las medidas de saneamiento económico y el impulso a una legislación modernizadora en temas como la despenalización del aborto y la igualdad de la mujer. Todo ello contribuyó a crear un nuevo clima de confianza ciudadana en las instituciones.

La mejora de la situación económica permitió afrontar uno de los puntos más importantes del programa socialista y donde España presentaba mayor déficit: la política social. El esfuerzo realizado para dotar al país de los elementos redistributivos básicos propios del Estado del Bienestar fue uno de los empeños más importantes de este periodo.

Otro aspecto de gran relevancia en esta primera etapa es la plena incorporación de España a las instituciones internacionales occidentales y, muy especialmente, la adhesión a las Comunidades Europeas, entrando en vigor el 1 de enero de 1986. España dejó de ser un país aislado y se convirtió en una de las naciones más activas en los foros internacionales. A España le ha correspondido en varias ocasiones ejercer la presidencia de la Unión Europea. En estas ocasiones, la presidencia de Felipe González y la gestión realizada por el gabinete socialista han sido reconocidas nacional e internacionalmente como brillantes.

En las elecciones generales de 1986 el PSOE revalida su mayoría absoluta, y en las de 1989, tras una repetición parcial en Melilla, se queda exactamente en la mitad de los diputados electos, 175; pero como los 4 diputados de Herri Batasuna se ausentaron durante toda la legislatura, en la práctica el PSOE dispuso de la mayoría en el Congreso. En la primera década de Gobierno socialista se impulsó también un programa de modernización de las comunicaciones sin precedentes en la historia de España, que dio como fruto la construcción de nuevas autovías, la modernización de toda la red de carreteras, la introducción del tren de alta velocidad y la puesta en marcha de un satélite de comunicaciones español, entre otros avances.

En conjunto, entre las labores más apreciables de la Década del Cambio destacan la ampliación de la cobertura sanitaria a más de seis millones de personas que, hasta entonces, estaban excluidas del derecho a la prestación pública; el incremento del número de pensionistas en un 35%, concediendo un total de dos millones de pensiones nuevas a personas que hasta ese momento no percibían ninguna contribución; la ampliación de la cobertura de desempleo; la garantía de educación gratuita y obligatoria a los menores de 16 años y el fortísimo incremento del número de becas.

En el ámbito del Partido, el PSOE realizó en este tiempo un esfuerzo de integración y apertura que ha facilitado la incorporación a la organización socialista de otros sectores de la izquierda española, como el liderado por el ex vicesecretario general del PCE, Enrique Curiel (1990), el Partido de los Trabajadores de España (1991) y Euskadiko Ezkerra (1993). En 1993, el PSOE vuelve a ganar las elecciones generales, las cuartas consecutivas, pero necesitó pactar con los nacionalistas catalanes para gobernar. Meses después (marzo de 1994), celebra en Madrid su XXXIII Congreso Federal, iniciando una nueva etapa de transformaciones.

8. EL PSOE EN LA OPOSICIÓN (1996-2004)

En las elecciones generales del 3 de marzo de 1996, el PP alcanzó la primera posición en el Congreso con el 38,78% del voto válido y una exigua diferencia de 200.412 votos. El PSOE obtuvo 9.419.629 votos, el 37,62% del voto válido, la cifra más abultada después del resultado de 1982. En el XXXIV Congreso, celebrado a continuación, Joaquín Almunia es elegido Secretario General. Los 141 escaños ganados por el PSOE le permiten jugar un papel claro, como oposición fuerte y condicionante ante tentaciones reaccionarias.


En las siguientes elecciones generales de mayo de 2000, el PP consiguió la mayoría absoluta en el Congreso. El PSOE continuaba como segundo grupo parlamentario. Inmediatamente después de conocer estos resultados, Joaquín Almunia presentó su dimisión. En el XXXV Congreso Federal, celebrado en julio de 2000 con el lema: «El impulso necesario», el Partido Socialista debatió su futuro proyecto político y eligió sus nuevos órganos de dirección. Este Congreso Federal fue calificado de excepcional por las difíciles circunstancias, tanto políticas como orgánicas, en las que nuestro Partido acudía. Por primera vez en sus 121 años de historia, cuatro candidatos se presentaron a la Secretaría General del PSOE: José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono, Matilde Fernández y Rosa Díez.

Los delegados eligieron a José Luis Rodríguez Zapatero como nuevo Secretario General. El PSOE apostaba por «el cambio tranquilo», y logró salir del Congreso más unido y cohesionado de lo que entró. Las bases establecidas en el Congreso culminan unos días después en una Conferencia Política, en la que se debate y aprueba el rearme ideológico y la modernización de la estructura organizativa, como forma de dar respuesta a las nuevas realidades de la sociedad actual.

Esta etapa estará marcada por una dinámica de cambio que ya se manifestó en las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2003, en las que por primera vez en una década el PSOE volvía a ser el más votado a nivel nacional. La expectativa de inversión electoral y de cambio político se fue fortaleciendo en los meses previos a los comicios generales. Los atentados del 11M, apenas tres días antes de las elecciones generales, y la vergonzosa actuación del gobierno del PP, intentando sacar rédito electoral de ello al culpar a ETA, cuando todos los indicios policiales señalaban a un crimen yihadista, inclinan definitivamente la balanza hacia ese cambio.

9. ZP EN EL GOBIERNO: DERECHOS Y PROGRESO (2004-2011)

Bajo el lema “Merecemos una España mejor”, el PSOE gana las elecciones generales de marzo de 2004, con 164 diputados y 81 senadores. José Luis Rodríguez Zapatero es proclamado nuevo Presidente del Gobierno. Por primera vez en España, el Gobierno tiene más ministras (9) que ministros (8). El PSOE celebra su XXXVI Congreso bajo el lema ‘El Compromiso’. La nueva victoria socialista coincidió con el 125 Aniversario de la fundación del Partido, en el contexto de una gran movilización ciudadana. 

Esta nueva etapa del PSOE en el Gobierno tiene dos períodos bien diferenciados, coincidentes con las legislaturas octava y novena de la democracia española. Durante su primer período, las principales medidas del gobierno fueron la retirada de las tropas españolas de Irak, el envío de tropas a Afganistán y la promoción de la Alianza de Civilizaciones, en el terreno internacional. En política interior, se desarrolla un programa progresista: legalización del matrimonio homosexual, Ley de la promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, Ley para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, creación de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, nueva regularización de inmigrantes, Ley Orgánica de Educación, que incluía la asignatura de Educación para la Ciudadanía, Ley para la recuperación de la Memoria Histórica, reforma de Estatutos de Autonomía, como el de Cataluña.

En las elecciones generales de marzo de 2008, bajo el lema ‘Motivos para creer’, el PSOE mejora sus resultados y obtiene 169 diputados y 89 senadores. Zapatero es reelegido secretario general en el XXXVII Congreso bajo el lema ‘La fuerza del cambio’. Esta segunda legislatura de gobierno socialista, algo más corta por el adelanto de las elecciones generales, estuvo marcada por el impacto de una grave crisis económica y financiera internacional desatada por la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008. A pesar de ello, se tomaron medidas y se aprobaron leyes importantes para la ciudadanía: un nuevo modelo de financiación autonómica, la nueva ley del aborto (Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva), la ley antidescargas (ley Sinde), la ley Antitabaco, la reducción del IVA para la compra de vivienda nueva o la modificación del artículo 135 de la Constitución, que subraya el compromiso del Estado con la estabilidad presssupuestaria.

La crisis financiera internacional dio de lleno a España. Reventó la burbuja inmobiliaria y el crédito empezó a contraerse fuertemente. El desempleo fue escalando a lo largo de 2009 y 2010, hasta situarse en un 21% en abril de 2011. A medida que pasaban los meses, la situación económica fue deteriorándose: recesión o crecimiento exiguo e intereses crecientes para la financiación del Estado, al dispararse la prima de riesgo. En este clima se produce también el Movimiento 15-M.

Este período de recesión precipita el desgaste del Gobierno. En julio de 2011, Zapatero anuncia el adelanto de las elecciones a noviembre de ese año. El presidente ya había anunciado que no se presentaría a la reelección, por lo que el Comité Federal del PSOE propone a Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato a la presidencia del Gobierno para las elecciones generales. A la sazón, Rubalcaba era Ministro de Interior del gobierno de Zapatero, y protagonizó uno de los mayores hitos de la democracia española: el 20 de octubre de 2011, ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada.

10. LOS GOBIERNOS DE M. RAJOY

Las elecciones generales anticipadas se celebraron el 20 de noviembre de 2011, concediendo el triunfo y la formación de nuevo Gobierno al PP, con mayoría absoluta. Entre el temor a los recortes del PP y el castigo a los socialistas por la crisis económica, pudo mucho más este último: el PSOE perdió 4,4 millones de votos mientras el PP sólo subió 550.000. Zapatero emplazó a todos a asumir con «humildad y entereza democrática» el varapalo electoral y empezar a dar el primer paso hacia el futuro, que culminaría en el XXXVIII Congreso Federal ordinario de 2012, en Sevilla. Se presentaron dos candidaturas a la Secretaría General: Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón. Rubalcaba resultó elegido por 487 votos frente a 465 de Chacón. El trabajo del Congreso se articuló sobre cuatro ejes: Calidad Democrática, Economía y Empleo, Estado del bienestar y Modelo de partido.


En el más puro estilo neoliberal, la política de los gobiernos de M. Rajoy se caracterizaría por una mínima intervención estatal en la gravísima crisis económica y financiera. Las únicas actuaciones serían en favor de los poderosos: empresas (Reforma de la Ley Laboral), banca (rescate de la Unión Europea, a devolver con los impuestos recaudados de toda la ciudadanía), privatizaciones de servicios públicos y regularizaciones fiscales para grandes defraudadores. Las subidas de impuestos o los recortes en derechos sociales y económicos a los sectores más desfavorecidos no impiden una histórica tasa de desempleo del 22,83%.

Otro punto de desestabilización democrática sobreviene con el llamado Desafío soberanista catalán. La pésima gestión del gobierno negándose a ningún tipo de diálogo, la judicialización del proceso y la aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía catalana encuentran la respuesta intransigente del independentismo catalán, llevando la situación a un callejón sin salida y a la Declaración Unilateral de Independencia. Pero si algo caracteriza esta etapa es la aparición de casos de corrupción vinculados al PP y sus dirigentes: los casos Gürtel, Nóos, Bárcenas, Lezo, Púnica, Tarjetas Black…

Todo ello irá minando no sólo al PP, sino la confianza de la ciudadanía en la política y los políticos, dando más fuerza a movimientos populistas, como los surgidos del 15-M (Podemos), el salto de Ciudadanos de Cataluña al ruedo de la política nacional, la reaparición de la ultraderecha fascista (Vox) o el crecimiento de los
partidos independentistas en Cataluña.

11. EL COMIENZO DE LA RECONSTRUCCIÓN

El 25 de mayo de 2014 se celebran elecciones al Parlamento europeo. Las elecciones fueron ganadas por el Partido Popular con 16 escaños frente a los 14 del PSOE. Tras los malos resultados, Rubalcaba anunció su dimisión, se convocaron elecciones primarias para elegir al nuevo Secretario General y se proclamaron tres candidatos: Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. El 13 de Julio de 2014, Pedro Sánchez se convierte en secretario general del PSOE, con el reto de recuperar la unidad del partido y la confianza de sus votantes.

Los últimos meses de gobierno del PP en esta legislatura vienen marcados por la sentencia del Caso Púnica, la consulta soberanista en Cataluña y la victoria en las posteriores elecciones autonómicas de las candidaturas independistas, y por el auto judicial que pone fin a la instrucción del Caso Bárcenas, que da por acreditada la
existencia de una caja B en el PP.

En las siguientes elecciones generales, en diciembre de 2015, vence el PP, pero cae estrepitosamente en número de diputados hasta los 123 (pierde 63). El PSOE es la segunda fuerza, con 90 diputados (perdemos 20), y aparecen nuevas fuerzas: Podemos, con 69 diputados, y Ciudadanos con 40. En un nuevo ejercicio de irresponsabilidad, sabiendo que no contará con el apoyo de ningún grupo, Rajoy declina presentarse a la investidura. En cambio, como cabeza del segundo partido más votado, Pedro Sánchez sí presenta su candidatura, que finalmente no consigue los suficientes apoyos, por lo que se repiten las elecciones generales. 

El 20 de junio de 2016, el PP recupera parte de los votos perdidos y se va hasta los 137 diputados. En cambio, el PSOE pierde 5 diputados más y se queda en 85. Podemos y Ciudadanos también retroceden, y el panorama es de nueva repetición electoral, salvo que una abstención por parte del PSOE facilite la investidura. Se plantea en este momento una disyuntiva en el Partido entre dos posiciones enfrentadas: la de Pedro Sánchez, resumida en el No es no a la investidura de Rajoy, para no comprometer los valores del PSOE permitiendo el gobierno de un partido trufado por la corrupción; y la de varios dirigentes, encabezados por Susana Díaz, partidarios de la abstención para facilitar la formación de gobierno e impedir una nueva convocatoria electoral, por entender que la dinámica de las últimas era negativa a los intereses del Partido.

Tras un tenso debate en el Comité Federal, el 1 de octubre de 2016 Pedro Sánchez presenta su dimisión como Secretario General y entrega el acta de diputado. La investidura de Rajoy sale adelante con la mayoritaria abstención del PSOE. Se celebran primarias el 21 de mayo de 2017, en las que Pedro Sánchez vuelve a ser elegido por la militancia como Secretario General, frente a las candidaturas de Susana Díaz y de Patxi López. En el XXXIX Congreso, celebrado en junio bajo el lema “Somos la izquierda”, Sánchez formó una nueva Comisión Ejecutiva y emprendió reformas estructurales para dar mayor importancia en la toma de decisiones a la militancia.

 

12. MOCIÓN DE CENSURA, REPETICIONES ELECTORALES Y GOBIERNO DE COALICIÓN

A finales de mayo de 2018, Sánchez regresa a la primera línea política anunciando una moción de censura contra el presidente Rajoy tras la sentencia del caso Gürtel, que condenaba al extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, a empresarios afines al PP y al propio Partido Popular como «partícipe a título lucrativo». El 1 de junio, Pedro Sánchez gana la moción de censura, y se convierte así en el nuevo presidente del Gobierno. El 7 de junio toman posesión los ministros y las ministras elegidos por el presidente Sánchez, que conforman el Gobierno con mayor presencia de mujeres de toda la Unión Europea.

Tras no conseguir aprobar los presupuestos generales del Estado, al estar gobernando en minoría, Sánchez convocó elecciones generales en 2019. El 28 de abril, el PSOE gana las Elecciones Generales por primera vez en 11 años y logra un total de 123 diputados (38 más que en 2016) y 123 senadores (80 más). Con más de 7,5 millones de votos, un incremento del 38% respecto a los anteriores comicios, los socialistas se convierten en la primera fuerza política del país.

El 2 de mayo de 2019 el PSOE comienza la celebración del 140 aniversario de su fundación con un acto en la sede socialista de Ferraz y la presentación de un sello de Correos conmemorativo. A lo largo de todo el año se desarrollarán un sinfín de actividades en las que se recordará la Historia del partido. El 26 de mayo de 2019 el PSOE se impone nuevamente en una amplia jornada electoral, en la que concurren comicios autonómicos, municipales y europeos. En las elecciones autonómicas, las candidaturas socialistas se alzan con la victoria en diez Comunidades. En las municipales, el PSOE es el partido más votado, con más de 6,6 millones de votos. En las europeas, los socialistas son la primera fuerza con 7,3 millones de votos, el 32,86% del escrutinio, y pasan de 14 a 20 eurodiputados. Sin embargo, las negociaciones para formar gobierno no conducen a buen puerto, y finalmente Pedro Sánchez no consigue la investidura, por lo que se convocan nuevas elecciones generales, las cuartas en menos de cuatro años. El 10 de noviembre de 2019, el PSOE vuelve a ganar las elecciones generales y logra su quinta victoria electoral en un año (generales, autonómicas, locales, europeas y nuevamente generales). El partido, liderado por Pedro Sánchez, consigue 120 escaños y casi 6,8 millones de votos, aventajando en más de 7 puntos a la segunda fuerza.

Esta vez, se alcanza rápidamente un acuerdo para constituir un Gobierno de coalición con Unidas Podemos, que consigue la confianza de la mayoría de los grupos de la Cámara (bloque de la investidura). El 7 de enero de 2020, el Congreso de los Diputados dio luz verde a la investidura del líder del PSOE, que encabeza un Gobierno de coalición progresista, el primero en España desde la II República.

13. GOBERNAR EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Nada más alcanzar la investidura, el nuevo Gobierno de coalición tiene que hacer frente a una crisis sanitaria, social y económica de alcance global, una pandemia por una enfermedad denominada COVID-19. La rapidez en la expansión de la infección y la gravedad de los síntomas, que llegan hasta la muerte, provoca un caos sanitario mundial sin precedentes en el último siglo. Ante esta situación, para la que nadie estaba preparado, el Gobierno de Pedro Sánchez debe afrontar medidas excepcionales y drásticas: declaración del Estado de Alarma, confinamiento domiciliario, contrataciones masivas de personal sanitario, abastecimiento de material médico (mascarillas, EPIs, pruebas PCR y test de antígenos), financiación de estudios epidemiológicos tendentes a la elaboración de vacunas… Y el tremendo desgaste que supone la pérdida de miles de vidas y el colapso social y económico, provocado por circunstancias imprevisibles y que no dependían de la actuación de ningún gobierno.
En estas circunstancias, el ejecutivo de Pedro Sánchez se marca como objetivos prioritarios preservar la vida y la salud de la ciudadanía, confiar en la ciencia y proteger a los más desfavorecidos, bajo la premisa de que de esta crisis salimos todos juntos.

Por ello, y a pesar de las dificultades, agravadas por la irresponsable actitud de la oposición de derechas (PP, Ciudadanos y Vox), empeñados en sacar rédito electoral de esta crisis humanitaria, el Gobierno de coalición liderado por el PSOE, contando con el respaldo mayoritario de la ciudadanía, no solamente despliega en nuestro país una panoplia de medidas sociales y económicas, sino que asume el liderazgo de la nueva política europea para afrontar la crisis y preparar el futuro inmediato.
Entre estas medidas, podemos destacar: ERTEs para salvar puestos de trabajo; protección para trabajadores, autónomos, PYMES, agricultores y ganaderos; subida del Salario Mínimo Interprofesional y creación del Ingreso Mínimo Vital; Ley de Eutanasia; revalorización de pensiones para garantizar el poder adquisitivo; medidas frente al reto demográfico, el cambio climático, la pobreza energética y la subida de la luz; equiparación de permisos de paternidad y maternidad; Ley de protección integral a la infancia; refuerzo de la sanidad pública y la dependencia; apuesta por la educación (más becas) y la ciencia; política de vivienda y emancipación juvenil; Ley Zerolo y Ley para Personas LGTBI; promoción de una Ley de Memoria Democrática…

El papel del Presidente Sánchez, como el de la ciudadanía española, ha recibido el reconocimiento de instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la Unión Europea y destacados epidemiólogos de prestigio mundial. La diferencia con la gestión de la crisis financiera y económica de 2008 por parte de los gobiernos del PP es brutal. En aquella ocasión, prevalecieron los intereses de las empresas y los bancos, que habían sido precisamente los causantes de la crisis (aunque M. Rajoy inculpara a la ciudadanía, por vivir por encima de sus posibilidades). La salida de aquella crisis, de la que aún no nos hemos conseguido recuperar, dejó a millones de personas por debajo del umbral de la pobreza, como denunciaban instituciones y organizaciones tan poco sospechosas de izquierdismo como Caritas, un mayor poder y libertad de movimientos para la patronal y, en definitiva, ricos más ricos frente a pobres mucho más pobres. 

De esta crisis, en cambio, salimos con menos desigualdades, con una economía más sostenible, un Estado del bienestar más consolidado y mayor protección de derechos. Es, en definitiva, la diferencia entre una política liberal y una política socialdemócrata.

14. XIV LEGISLATURA: SUPERANDO TODOS LOS RETOS

Pero no será la pandemia el único reto al que deberá hacer frente el gobierno de coalición progresista presidido por Pedro Sánchez. La propia configuración de gobierno en coalición con Unidas Podemos ha generado algunas tensiones, que no han impedido una labor legislativa y diplomática que, salvo la extrema derecha y la derecha extrema, ha merecido el reconocimiento dentro y fuera de nuestras fronteras.El rebrote de la pandemia obligó a un nuevo estado de alarma, con el desgaste consiguiente. La borrasca Filomena causó un auténtico desastre ecológico entre el 6 y el 11 de enero de 2021, con especial incidencia en Madrid, pero causando daños (incluidas seis muertes) en toda España. La erupción volcánica de La Palma, iniciada el 19 de septiembre de 2021 y activa hasta el 13 de diciembre (85 días), provocó daños por mas de 80 millones de euros.

En este panorama, se celebra en octubre de 2021 el 40 Congreso del PSOE en Valencia, bajo el lema “Avanzamos”. En él se produce un emotivo homenaje a Alfredo Pérez Rubalcaba, fallecido en mayo de 2019. Se elige la nueva Comisión Ejecutiva Federal, con Pedro Sánchez como Secretario General, con un 95% de los votos (14 puntos más que en 2017) y se hace una decidida apuesta por una socialdemocracia fuerte en Europa para impulsar la recuperación justa.

El 24 de febrero de 2022 Putin, presidente de Rusia, ordena la invasión de Ucrania, el mayor ataque militar convencional en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Toda la comunidad internacional, incluido el Gobierno y la ciudadanía de España, condena el ataque y muestra su apoyo al pueblo ucraniano. Pero, además de las cuestiones humanitarias y del respeto al Derecho Internacional, mucho más allá de las líneas de combate, el efecto dominó de la invasión rusa ha dado lugar a una crisis humanitaria y económica de alcance mundial: aumento del precio del grano a niveles máximos históricos; la peor crisis energética global desde la década de 1970; aumento desorbitado de la inflación; más de ocho millones de ucranianos han huido en calidad de refugiados a otras partes de Europa…

Esta situación ha requerido de respuestas internacionales, singularmente en Europa. Y aquí, nuevamente, ha resultado decisivo el papel del presidente Pedro Sánchez, liderando la adopción de medidas, tanto en materia de seguridad como económicas, para proteger a nuestro país, a nuestra ciudadanía y, por extensión, a toda la europea. Baste como muestra la excepción ibérica, seguida con admiración por el resto de socios europeos y, cómo no, criticada por la derecha española, tan fuera de la realidad como siempre. Desde la llegada al Gobierno del PSOE hemos avanzado hacia un país más feminista, más verde y con mayor justicia social. Un país con récord en creación de empleo y con una legislación laboral que recupera derechos y protege a los trabajadores. Un país con voz en Europa que ha reestablecido el diálogo y la convivencia entre españoles.

El prestigio de Pedro Sánchez a nivel internacional es indiscutible. En noviembre de 2022 es elegido por aclamación Presidente de la Internacional Socialista, el primer español en asumir este cargo, para actuar frente al «pesimismo que pretende abonar la derecha y los movimientos reaccionarios».

15. ELECCIONES 2023. NUEVO GOBIERNO DE COALICIÓN PROGRESISTA

El 28 de mayo de 2023 se celebran elecciones municipales y autonómicas. El PP gana las elecciones municipales, con 7.000.000 de votos, 31,5%, y 23.412 concejales, frente a los 6.300.000 votos (28,11%) y 20.784 ediles del PSOE. En las autonómicas, la derecha se impone en 7 de las 12 comunidades que estaban en juego. En Extremadura, a pesar de ser la segunda fuerza tras el PSOE, pactará con la ultraderecha de VOX y formará gobierno regional.

El PP cosechó mayoritariamente los votos procedentes de la desintegración de Ciudadanos. También se produjo la subida de la ultraderecha, que sacó rédito electoral de su estrategia de tierra quemada. Por el lado contrario, Unidas Podemos pierde casi toda su representación, sumida en un proceso de desintegración ante el surgimiento de la nueva plataforma Sumar, bajo el liderazgo de la Vicepresidenta del Gobierno de coalición, Yolanda Díaz.

Cuando las derechas festejaban los resultados y se hacían elucubraciones mentales viéndose ya en La Moncloa, Pedro Sánchez anunciaba, al día siguiente, el adelanto de las elecciones generales para el 23 de julio. El anuncio desmontaba, de golpe, la estrategia de Feijoó y Abascal, y ponía nuevamente en tensión al Partido, alejando la decepción por los resultados. Tras una campaña marcada por las mentiras conscientes de Feijoó, los resultados finales suponen un desencanto para las derechas, y dibujan un panorama de necesarias negociaciones multilaterales. Gana el PP, pero lejos de sus pretensiones de alcanzar la mayoría absoluta, en solitario o contando con la ultraderecha: PP, 137 diputados (sube 48); PSOE, 121 (gana 1); Vox, 33 (pierde 19); Sumar, 31 (Unidas Podemos, en 2019, obtuvo 35).

De cara a la investidura, surgen dos bloques: por un lado, el PP, con el único apoyo posible de Vox, UPN (1 escaño) y, eventualmente, Coalición Canaria (1 escaño), no alcanza la mayoría absoluta (172, máximo, sobre 176). Por el otro, la coalición PSOE-Sumar dependería del voto de los partidos nacionalistas. Ante este panorama, solamente la capacidad negociadora demostrada del PSOE tiene esperanzas de presentar una candidatura ganadora, pero el empeño de Feijoó lleva al rey a proponer la investidura del popular.

Fracasada la intentona, se presenta la candidatura de Pedro Sánchez, que alcanza el respaldo de 179 diputados y diputadas, la más holgada desde la mayoría absoluta del PP en 2011, todos excepto PP, Vox y UPN (incluso Coalición Canaria acabó apoyando la investidura del socialista), resultando así elegido en primera convocatoria. Los 179 escaños representan a más de doce millones y medio de españoles y españolas (51,08%), frente a los poco más de once millones (45,65%) que representaban los que votaron en contra. Para ello, fue necesario pactar con las fuerzas nacionalistas catalanas y vascas, incluyendo un polémico acuerdo de amnistía respecto a los sucesos soberanistas ocurridos bajo el gobierno de M. Rajoy. El acuerdo para la investidura fue sometido a votación entre las bases del Partido, como marcan nuestros Estatutos, obteniendo un apoyo de más del 87% de la militancia. Porque en el PSOE siempre hemos creído en la fuerza del diálogo para superar los problemas. Porque los conflictos políticos requieren soluciones políticas. Porque la política es la herramienta para transformar la sociedad. Una sociedad que queremos más libre, más justa, más igualitaria, más solidaria, más feminista, más responsable con el medio ambiente, más democrática.

Empezamos, así, una nueva legislatura, respondiendo al llamado de la ciudadanía, que el 23J rechazaron la propuesta de la derecha de “derogar el Sanchismo”, y optaron en cambio por seguir avanzando en derechos y en progreso

 

ENLACES PARA AMPLIAR INFORMACIÓN

Para ampliar información, se ofrecen los siguientes enlaces:

Línea temporal en la web del Partido: http://www.psoe.es/conocenos/historia/ 

Documental «Más de cien años», de La 2 y la Fundación Pablo Iglesias, sobre la historia del PSOE: https://youtu.be/SqmK2cK_xnI 

Parte del programa de radio SER HISTORIA, dirigido por Nacho Ares. Entrevista a Gustavo Vidal Manzanares, autor de la biografía de Pablo Iglesias, fundador del PSOE y UGT: https://youtu.be/bwaJxyTa4FE 

 

 

 

Material elaborado por: Secretaría de Formación